Fue entre los años 1912 y 1919 cuando Baeza absorbió la riqueza de Antonio Machado, época en la que ejerció como docente en la rama de francés en el Instituto General y Técnico -hoy IES Santísima Trinidad-.

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Precisamente caminando por Baeza podemos desmenuzar determinados lugares a través de los cuales Machado vivió una estancia en la ciudad patrimonial.

Tras sus siete años de estancia en la ciudad, se llevó a Baeza en el corazón y la dejó transmutada en poesía. Para siempre.