OBRA

En los pocos días que Antonio Machado residió en Collioure, en un estado de salud muy deteriorado por las condiciones del exilio, no hubo tiempo para dejar un legado literario vinculado a este lugar. Sólo el célebre verso que su hermano José encontró en el bolsillo de su gabán una vez muerto, ese ‘Estos días azules y este sol de la infancia’, que deja constancia de adónde se dirigieron sus últimos pensamientos, cuál fue su última fuente de inspiración poética.