Al olmo viejo, hendido por el rayo/y en su mitad podrido,/con las lluvias de abril y el sol de mayo/algunas hojas verdes le han salido”. Son versos de poema ‘A un olmo seco’ de Antonio Machado que se han hecho presentes en el homenaje que alumnos y profesores del Instituto Mariano Quintanilla y de la Escuela Oficial de Idiomas han dedicado en la mañana del miércoles 28 de abril al autor de ‘Campos de Castilla’.

Antonio Machado une a estos dos centros de enseñanza porque comparten el mismo edificio donde durante doce impartió la cátedra de francés (en el que fue Instituto General y Técnico), y ambas comunidades educativas han querido simbolizar que el legado literario, humanístico, ético e intelectual del poeta y profesor seguirá retoñando en cada una de sus nuevas promociones. El compromiso ha cobrado naturaleza con la plantación de un hijato del mítico olmo al que Machado dedicó uno de sus poemas más emblemáticos,  en el jardín del IES Mariano Quintanilla. El esqueje procede de un ejemplar que renació y crece en Getafe (Madrid), en el jardín privado del poeta Adolfo Sastre, retoño a su vez del viejo olmo soriano. Adolfo Sastre Gil, que es concejal de Cultura en Marugán, ha explicado a los alumnos y profesores asistentes al homenaje que José Hierro logró sacar adelante un esqueje del árbol primigenio que se van clonando para mantener “el milagro de la primavera”. Los clones extraídos de las raíces han sido apadrinados por distintos poetas, entre otros los premios Cervantes, Antonio Gamoneda y el propio José Hierro. Crecen en colegios y jardines como el de los Poetas, de Segovia.

La ceremonia ha contado con la intervención musical de Gaspar Miguel e Inés de Miguel. Ha sido cerrada con un pequeño recital a cargo de Adela Casas y Muniesen Modly, alumnos del Bachillerato del IES Mariano Quintanilla y de la Escuela Oficial de Idiomas, respectivamente. El acto ha sido guiado por los directores del instituto, Juan Antonio Sanz, y de la EOI, Nuria Álvarez, y ha contado con la asistencia del director provincial de Educación Diego del Pozo.

Entre los presentes se ha compartido el anhelo de que en medio de la pandemia que ha causado y causa muerte y dolor, estos retoños ayer plantados reflejen el sentir de los versos con los que Antonio Machado cerraba su poema: “Mi corazón espera/ también, hacia la luz y hacia la vida,/otro milagro de la primavera”.

Fuente: El Adelantado de Segovia