La caja 1440 de la Caja de las Letras del Instituto Cervantes guarda desde hoy el legado in memoriam de Pilar Valderrama, poeta y dramaturga que vivió entre 1889 y 1979 y que «se salía de las formas establecidas entorno a lo que tenía que ser el feminismo«.
Así lo ha manifestado el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, durante este acto en el que la nieta de la autora, Alicia Viladomat, ha dejado un amplio legado en el que se encuentro varias primeras ediciones de algunos de sus libros como «De Mar a Mar» (1984), «Holocausto» (1943) o «Esencias» (1930) y «Teatro de Mujeres» (1934).
También ha depositado dos de los broches que siempre lucía en sus chaquetas la autora madrileña, un camafeo con la foto de su hijo Rafael -fallecido en el frente en 1939- y un manuscrito original de un fragmento de una carta que le escribió Antonio Machado, poeta con el que mantuvo una relación secreta.
Un texto que ha leído su sobrina y que dice así: «las virtudes vitales son siempre paradójicas y un poco absurdas, solo tú con tu gran talento comprendes lo que quiero saber (…) porque todo es amor, amada mía, lo que digo y lo que me callo«.
En concreto Valderrama confesó esta relación con Antonio Machado en un texto autobiográfico publicado después de su muerte, «Sí, soy Guiomar. Memorias de mi vida» (1981), con prólogo de Jorge Guillén, en el que se incluían también más de una treintena de cartas del extenso epistolario que Machado le había dirigido.
«Fue una mujer que se salía de las formas establecidas entorno a lo que tenía que ser el feminismo. En su obra recoge una traición, la de Carolina Coronado y Rosalía de Castro, que se enfrentan a la sociedad de su época, no sólo a los absolutistas, sino a los liberales, cuando se ríen de ellas por dedicarse a la literatura«, ha expresado García Montero.
Según ha destacado el poeta granadino, con este legado la dramaturga madrileña, que se esforzó en la «renovación» del teatro español, puede «conversar» con el de Zenobia Camprubí, autora con la que participó asiduamente en las actividades del Lyceum Club Femenino, de Madrid, donde acudían también María de Maeztu o Mabel Rick.
Por su parte, la nieta de la autora, Alicia Viladomat, ha expresado que «ahora sí» se empieza a «hacer justicia con una mujer que a tanta gente ayudó por su paso por la vida, que puso la primera piedra a favor de la mujer y que tanto contribuyó con sus obras al crecimiento de la literatura en todo el mundo«.
«No solo fue la musa de Antonio Machado sino que por ella misma consiguió muchos logros«, ha matizado Viladomat, quien cuenta con más de 500 cartas con ida y vuelta con escritores de la generación del 27 y del 38, así como «infinidad» de libros y poemarios dedicados por éstos escritores.
Al acto también han acudido el periodista Carlos Aganzo, así como otros miembros de la familia de Valderrama y Ana Helena Chacón, embajadora en España de Costa Rica, entre otros.
Fuente: La Vanguardia