Canción de despedida

Como se marcha el buen amigo,
y el melancólico bordón
pulsa Recuero en su guitarra,
cantad conmigo esta canción:
¡Torres de Segovia,
cigüeñas al sol!
Eduardo va de camino
por esos campos de Dios.
En los centenos, amapolas,
en los zarzales blanca flor.
Verdad que el agua del Eresma
nos va lamiendo el corazón
y que al festín de mariposas
acude el negro abejarrón;
mas a la clara despedida
no le pongáis más de un bemol.
Y en esta tarde de verano
cantad a plena voz
!Torres de Segovia,
cigüeñas al sol!
Segovia, 1922

El milagro

En Segovia, una tarde, de paseo
por la alameda que el Eresma baña,
para leer mi Biblia
eché mano al estuche de las gafas
en busca de ese andamio de mis ojos,
mi volado balcón de la mirada.

Segovia, 1919

CLXXVIII   Alboradas

En San Millán
a misa de alba
tocando están.
*
Escuchad, señora,
los campaniles del alba,
los faisanes de la aurora.
*
Mal dice el negro atavío,
negro manto y negra toca,
con el carmín de esa boca.
*
Nunca se viera
de misa, tan de mañana,
viudita más casadera.

Los complementarios