Noviembre de 1936. La insistencia de Rafael Alberti y León Felipe consigue que Antonio Machado, con parte de su familia, acceda a salir del Madrid asediado por las tropas de Franco. Una caravana, compuesta por científicos e intelectuales y escoltada por el V Regimiento, sale en dirección a Valencia, capital de la República en ese momento y después de un accidentado viaje, llega a su destino en la madrugada del 25 de noviembre de 1936.

Allí se le aloja en el hotel Palace, convertido a la sazón en Casa de la Cultura. El ritmo de la ciudad, en ese instante, es frenético. Su estado físico y anímico, según su hermano José, debía de ser preocupante: «(…) estos días fueron de tan difícil acomodación para el poeta que, agravado en sus dolencias y acabado de desarraigar de su vida normal, llegó a estar de una nerviosidad y extenuación realmente alarmantes». (Últimas soledades del poeta Antonio Machado).

Ante ello, se le busca otra residencia. Se desconoce en qué fecha exacta es trasladado de Valencia a Villa Amparo, un chalet de principios de siglo XX de corte neoclásico incautado por el gobierno y sito en el pueblo de Rocafort, a pocos kilómetros de la capital, en la zona denominada Horta Nord.

La primera constancia de su instalación es la entrevista que se publica en Fragua Social, el 19 de diciembre, ilustrada con una foto del poeta acompañado de su hermano José y el periodista que realizó la entrevista en la escalinata de la terraza de Villa Amparo.

Con el último caudal de su prosa y de su verso, aquí permanece hasta mediados de abril de 1938, en que, con toda urgencia por la proximidad de las tropas franquistas, fue trasladado a Barcelona en un coche dispuesto de nuevo por el gobierno de la República.